CARTAS DE AMOR Y DESAMOR



CARTA DE AMOR Y DESPEDIDA













                                                                                      Cúllar 1 de Abril de 2012


        Querida esposa:


       Te escribo estas lineas antes de que pierda la conciencia. Anoche tuve una pesadilla, quizá fuese una visión; no sé de que se trataba pero, lo que si sé es que me ha ayudado a saber llevar mejor este dolor que morirá conmigo. En mi sueño volvías a estar enferma, tu estomago se cerraba y dejabas de comer, te veía apagarte día a día hasta que un día cerrabas los ojos sin despedirte de mi.

      Al amanecer de ese día, notaba tu cuerpo rígido y helado junto al mío , el dolor que sentí era tan grande y tan agudo que sólo atiné a pedir a la imagen de la Virgen que preside nuestro dormitorio en la cabecera de nuestra cama, que me llevase a mi.
   
    Quizá por miedo, quizá por el amor que te tengo, no sabía por que le pedía eso pero, al pedirlo un pinchazo en el estomago me despertó de la pesadilla, aún llorando acudí a tu lado y toqué tu cara con mis labios estabas caliente y respirabas entonces miré la Imagen y le di gracias por escuchar mis súplicas desgarradas por el dolor.
   
    Ya sé el porqué de mis dolores, he de morir antes que tú.No te enfades conmigo amor, siempre te prometí que no te dejaría sola pero, sabes lo flojo que soy, podré aguantar los dolores de este cáncer que me come día a día pero, jamás podría aguantar el dolor de perderte. Quizá sea egoísta al preferir dejarte sola y no sufrir yo tu ausencia pero, sabes que te dejo en buenas manos.
    
    Veras crecer a nuestros nietos, también a nuestros biznietos; nuestros hijos no te dejarán sola y tú, sabrás adaptarte bien a la nueva vida en la que te dejo, sabes que yo no sabría adaptarme a nada sin ti. No temas a la oscuridad de la noche, yo guiaré tus sueños y seguiré amándote en ellos. No llores por mi, sabes que no soportaría verte sufrir.
    
    Quedarme aquí junto a ti es lo que más deseo pero, este dolor mío me arrastra con él. Piensa en todo lo que hemos vivido juntos ha sido toda una vida, los sesenta y un años que he vivido a tu lado han sido cortos para los que espero vivir junto a ti el resto de la eternidad, no tengas prisa en acudir a nuestra segunda cita ,sabes que yo te esperaré.
    
    No sé si en el sitio a donde voy tendré el mismo rostro pero, si no es así me reconocerás pronto porque te esperaré junto a aquel carrito de helados donde hace sesenta y tres años me diste el primer beso. Disfruta de nuestros hijos y háblale de mí a nuestros nietos y biznietos, "Mami", come y vive por los dos.
    
    Cuando os reunáis en casa todos, no dejéis vacío mi sillón; que no se note mi ausencia pues, como antes te dije, yo siempre estaré junto a ti, mi esposa, mi amor, mi paloma. Mira en cada uno de nuestros hijos, en ellos me encontraras, nunca llores por no verme pues, las lágrimas te impedirán encontrar un poco de mi en cada uno de ellos.
    
    Cada vez se agudiza más este dolor mío, ya no tengo miedo pues, sé llevarlo y en cada pinchazo agudo que siento respiro profundo y pienso que con seguridad es más llevadero que el dolor de toda una vida sin ti.
    
    Ahora pienso en las veces que te decía te quiero, fueron muchas pero, si volviera a nacer te buscaría para decírtelo cada minuto ,cada segundo de nuestras vidas; no me arrepiento de nada y se que el día que volvamos a reunirnos tendré toda la eternidad para decírtelo.
    
    Sé que me queda poco tiempo para disfrutarte a ti y a nuestros hijos, ellos también lo saben aunque intentan disimularlo, quizá tú también lo intuyas, yo seguiré fingiendo que no lo sé, así disfrutaremos más el poco tiempo que me queda junto a ti amor mío.
   
   Tenemos suerte de habernos amado, piensa que los siete frutos de nuestro amor con su recuerdo me tendrán siempre vivo junto a ti, "Paloma" mía. No me despido de ti mi "Cielo", solo te digo hasta luego. Dentro de muchos, muchos años espero encontrarte en nuestro carrito para volver a pedirte que seas de nuevo mi esposa.
   
    Me despido de ti, diciéndote lo mucho que te he querido siempre y que te seguiré queriendo más allá de la muerte.
                                                                              


  Tuyo, en esta vida y en la otra.






                                        Pedro L. Torre, "El Saúco"


No hay comentarios:

Publicar un comentario

ENTRADAS RECIENTES

Historias noveladas de personajes célebres, "Familia Arriola, una familia circense"

Familia Arriola, una familia circense   Vizcaya 1865     El frío invernal de una mañana de enero, pasadas las cuatro horas y media en el rel...

MÁS VISITADAS